Rafa Vega
Hay cuatro formas de volver a casa después de llegar a la meta de Central Park. Has corrido los 42,195 kilómetros, pero queda otra maratón de proporciones casi tan considerables como la que justo has terminado: regresar de la Maratón de Nueva York. Ten en cuenta que, en apenas unas manzanas, se concentran 50.000 corredores, más sus acompañantes, más los voluntarios, más la prensa, más los trabajadores del NYRR, más todos aquellos ajenos a la maratón, más… En fin, muchísima gente. Y todos queriendo salir de Central Park.
Ármate de paciencia, aunque estés exhausto. De lo contrario, no podrás conservar esa felicidad que aún tienes después de lo que has conseguido. Una vez que te reencuentres con tus familiares en Central Park West, que os abracéis y os regocijéis de lo conseguido, hay que pensar en cómo volver.
Metro
La opción más sencilla y barata es hacerlo en metro. Pero es la que, como tú, han pensado los miles de corredores que tienes a tu alrededor. Si finalmente decides formar parte de esa procesión de personas cubiertas por esas mantas térmicas que hace que parezcamos sándwiches envueltos en papel de plata, tienes varias estaciones cerca: la línea B y la C pasan justo por aquí, con paradas en la 96th, la 86th, la 81st y la 72nd Street. Depende la altura a la que hayas salido del parque, toma una u otra.
Aunque tengas que andar un poco más, la estación estará menos concurrida y tendrás que esperar menos tiempo. De lo contrario, es posible que tengas que dejar pasar varios trenes porque los vagones van atestados. Otra opción es que te vayas a Broadway y tomes la línea 1 en la 86th, la 79th o la 72nd Street. Si coges esta última, podrás comprarte un perrito caliente en el Gray’s papaya (una de las franquicias más famosas de hot dogs) que hay justo enfrente. De paso, te darás el primer homenaje gastronómico de los muchos que te esperan después de varios meses de abnegaciones.
Taxi
Además del metro, tienes otras posibilidades: por ejemplo, el taxi. Aunque coger uno en esta zona, a esta hora, con tanta gente, será muy complicado. Además, hay muchas restricciones de tráfico en esta calle.
Pedicab
La opción más exótica es la del pedicab, inspirado en los tuk-tuks orientales. En Central Park hay muchas personas que ofrecen este servicio, consistente en un conductor que lleva una especie de bicicleta, y detrás asiento para dos personas. Una forma curiosa, aunque más lenta, de volver a casa.
A pie
Si ninguna de estas variantes te convence, siempre te queda la posibilidad de volver corriendo o caminando. Aunque no creo que te apetezca que nadie mencione la palabra “correr” en estos momentos…