Conseguir un dorsal para la Maratón de Nueva York puede convertirse en una lotería. Y nunca mejor dicho. Porque una de las vías (llamada «dorsal no garantizado») para estar el primer domingo de Noviembre en la línea de salida es a través de un sorteo que se realiza el 28 de Marzo. Como todo sorteo, hay que «comprar» papeletas y esperar hasta esa fecha para saber si te toca o no. Con el riesgo de que, mientras tanto, los otros cupos de dorsales (por ejemplo, los de las agencias) puedan acabarse.
Los décimos de esta lotería (o «rifa», como la llaman nuestros hermanos latino americanos) empiezan a repartirse a través de la web oficial. El período para apuntarse al sorteo de dorsales de la Maratón de Nueva York se abrió el 28 de febrero y se cerrará el 21 de Marzo.
Las razones de esta particular forma de reparto de dorsales es para evitar que todos los años corra la misma gente. Además, permite que corredores de fuera de Nueva York tengan las mismas posibilidades de participar que los propios neoyorquinos.
Los dorsales disponibles para esta rifa son escasos: unos 15.000 de los 52.000 que se reparten (o sea, no llega ni al 30%). Y se dividen en 3 grupos diferentes:
- Neoyorquinos: los residentes en la ciudad, y en un radio de unos 100 kilómetros.
- Estadounidenses: los residentes americanos que viven fuera del área metropolitana de NYC, incluido Puerto Rico y otros territorios estadounidenses.
- Internacionales: los no residentes estadounidenses.
Cada año hay más de 100.000 solicitudes
Después del sorteo de cada año, más de 15.000 corredores logran dorsal mediante la lotería, del total de más de 100.000 solicitudes. Apenas un 14%, toda una lotería como bien dice la palabra.
El 15% de los solicitantes neoyorquinos fueron elegidos (4.648), el 15% del grupo de estadounidenses (6.490) y otro 15% del grupo de los solicitantes internacionales (4.502 corredores). De este modo, el cupo de corredores aceptados a través del sorteo fue de un 29,7% de neoyorquinos, un 41,5% de estadounidenses y un 28,8% de internacionales del total de corredores.
Como vemos, la procedencia del solicitante afecta a sus posibilidades de ser elegido, ya que el New York Road Runners quiere mantener la diversidad geográfica. Estos criterios del sorteo se pueden ajustar sin previo aviso para ello.
Una vez que el corredor rellena su solicitud para el sorteo, autorizas al NYRR a cargar en tu tarjeta de crédito 315 dólares como tarifa de inscripción que no es reembolsable si te toca el dorsal. En caso de que no puedas participar, tienes la posibilidad de cancelar y guardar el dorsal para el año siguiente. En caso de ser aceptado, esa cantidad se te descuenta de la tarjeta. Además del cargo en la tarjeta, sabrás que tienes dorsal para la Maratón de Nueva York porque recibirás un email el 1 de Marzo confirmándolo.
Ventajas del sorteo de dorsales
La pregunta, llegados a este punto, es por qué aplicar a través de la lotería, si no te garantiza el dorsal. Y con el correspondiente riesgo de que, mientras llega la fecha del sorteo, se puedan vender los dorsales que se asignan a través de los otros métodos (por ejemplo, las agencias). Evidentemente, la lotería es la fórmula más barata. No porque el dorsal lo sea (vale lo mismo para todos), sino porque podrás buscar el vuelo y el alojamiento por tu cuenta. Y, obviamente, en los tiempos en los que estamos, hay muchísimas ofertas con precios bastante asequibles. En cambio, si no quieres correr riesgos y llevarte una sorpresa desagradable, la opción de comprar el dorsal a través de una agencia (lo explico en otro post) es la más recomendable. Lógicamente es más cara (vuelos y alojamiento a precio de agencia), pero te asegura saber a estas alturas del año que el primer domingo de Noviembre te pondrás en la línea de salida del Verrazano Bridge.
Es momento de tomar decisiones: o la fórmula más económica (lotería) o la más segura (agencia).