La cuenta atrás

Así son las (interminables) horas previas a la salida

Maratón de Nueva YorkLlevas más de media hora metido en el autobús y ya estás impaciente por llegar a la zona de la salida. De repente, empiezas a ver cómo la velocidad se ralentiza. Está a punto de acabar el viaje. Son cientos de autobuses los que aparcan.

¡Buenos días! Bienvenidos a Staten Island”, grita un voluntario desde su megáfono mientras intenta organizar la entrada de los corredores en la zona de salida. Está amaneciendo, y lo único que apenas se escucha es esto. De los autobuses bajan figuras noctámbulas que se dirigen a la zona de salida. Sólo aquellos que tengan dorsal pueden entrar en ella, situada en Fort Wadsworth. Al ser propiedad federal, no te sorprendas si te registran la bolsa.

Fort Wadsworth es una zona de casi un kilómetro cuadrado que, durante 200 años, fue una base militar. En la II Guerra Mundial los soldados entrenaban aquí antes de marcharse a combatir. También es donde se colocó el armamento que había durante la Crisis cubana de los misiles. Ahora espera otra batalla pero, afortunadamente, mucho más pacífica.

Las horas más largas del día

Durante unas cinco horas este lugar, casi abandonado el resto del año, está ahora conquistado por prácticamente 60.000 personas, si contamos corredores, voluntarios, periodistas y miembros del NYRR. Da la sensación de que esto es Woodstock. Más aún cuando escuchas de fondo a la multitud de bandas en el Escenario Jazz and Blues.

La zona de salida está dividida en tres áreas con diferentes colores (naranja, azul y verde, correspondientes a tu dorsal), y cada una de ellas dispone de los servicios que puedas necesitar (baños, desayuno, capillas). De esta forma, no nos agolpamos todos en el mismo sitio. El color del dorsal indicará a qué zona debes dirigirte. Ten en cuenta que es un espacio al aire libre y, al ser tan temprano, suele hacer frío y hay gran humedad. Llévate ropa de abrigo y un periódico. Lo utilizarás tanto para leerlo como para colocarlo en el suelo y resguardarte así de esa humedad.

Ten en cuenta que este área es de césped y el relente provoca que esté frío. Ahí puedes pasar entre dos y tres horas, y no es plan de que cojas un enfriamiento y eches a perder el trabajo de tantos meses. Llévate también algo para pasar el tiempo o, simplemente, observa. Seguro que no te aburrirás. Podrás igualmente hablar con los corredores que tengas alrededor, personas que vienen desde los más recónditos rincones del planeta y llegan en ese momento, ese día y esa hora, al mismo lugar que tú: la Maratón de Nueva York. No les conoces, pero sabes que durante meses han estado haciendo lo mismo: preparar uno de los grandes objetivos de sus vidas. Os miráis a la cara y sabéis que en el brillo de los ojos hay algo en común, este sueño por correr en la meca del running.

Maratón de Nueva YorkMientras tanto, aprovecha para hacer tu segunda comida del día. Hay desayuno gratuito (té, agua, bagels, café…), aunque tendrás que hacer largas colas. De manera que lo más aconsejable es que te lo traigas de casa para tomarlo aquí. Los desperdicios que tengas arrójalos en los contenedores, los hay por todas partes, no tires nada al suelo.

No te faltará de nada

A lo largo de toda la zona de salida hay baños portátiles (unos 1.700 repartidos entre las distintas áreas) y en los corrales antes de llegar al puente. Sé cívico y utilízalos, no orines en cualquier sitio. Considera que, si los 50.000 corredores lo hiciéramos, aquello sería un estercolero. Además, te pueden descalificar si no lo haces en los inodoros instalados al efecto. El único problema son las largas colas que se forman, de manera que no lo dejes para última hora. Considera que vas a estar ingiriendo mucho líquido y tendrás que ir más de una vez. Por si no hubiese papel, es mejor que seas precavido y lleves pañuelos en el caso de que tengas que hacer aguas “mayores”.

Si eres creyente, recuerda que es domingo. Puedes encomendarte a la providencia divina en las diversas capillas que hay para los servicios religiosos de los credos más numerosos.

Sobre las 8 de la mañana se empieza a generar energía cinética, la que provocan los propios corredores que ya empiezan a moverse para ir preparándose. Comienzan a untarse la vaselina para evitar la fricción, a ponerse crema solar en la cara, a ir ordenando en los bolsillos los diferentes geles que tomarán durante la carrera, a calzarse las zapatillas… Hay que cuidar hasta el último detalle. Al fondo, el Puente de Verrazano aguarda contemplando desde el horizonte cómo se acerca el momento de que los runners lo crucen.

Antes de dirigirte a los corrales de salida, reserva algo de tiempo para buscar los camiones de UPS para dejar tu bolsa, si escogiste esta opción. Están muy bien señalizados, por lo que no tardarás demasiado en encontrarlos. No lo dejes para última hora, porque luego llegan los nervios y, si vas con alguien, podréis perderos.