La duración del trayecto de Madrid a Nueva York oscila entre las siete y las ocho horas para la ida. Debido a los vientos a favor, el vuelo de vuelta se reduce en casi una hora. A pesar de su duración, el viaje se pasa muy rápido. Entre la emoción, la comida que reparten y la cantidad de películas que puedes ver en la pantalla del asiento o en tu tablet, apenas te darás cuenta.
Intenta dormir o, al menos, cerrar los ojos y descansar un poco. Te vendrá bien porque el día va a ser muy largo por culpa del cambio horario. Suele ayudar mucho tomar una copa de vino con la comida que hayan repartido. Incluso, acompañarlo con algún relajante muscular.
Seguramente coincidas con otros muchos corredores que también van a correr la maratón. Establece conversación con ellos, comparte experiencias, entrenamientos, objetivos… Te ayudará a ir metiéndote en situación. Les vas a reconocer porque, igual que tú, seguramente también vayan en chándal (con el de su club) o llevan la camiseta de finisher de alguna otra maratón en la que hayan estado. Es muy reconfortante poder hablar entre runners, porque todos compartimos el mismo idioma. Además, te encontrarás con participantes que vienen de otros países, sobre todo Italia.
Camina para estirar las piernas
Procura no estar sentado todo el tiempo. De vez en cuando, levántate de tu asiento y da un paseo por los pasillos de la cabina para estirar las piernas. Si puedes, utiliza calcetines de compresión que favorezcan la circulación en tus extremidades inferiores.
Durante el vuelo, la tripulación repartirá el form 6059B (declaración de bienes/aduanas). Un documento de color azul que tendrás que rellenar (sólo uno por familia) en el que declaras el dinero y los bienes que llevas.
Una vez que hayas aterrizado y la gente esté abandonando la cabina, habla con algún miembro de la tripulación y pregúntale si te puedes llevar una de las mantas que había en los asientos. Normalmente no se puede hacer, porque son propiedad de la aerolínea, pero en algunos casos lo entenderán y no les importa que te la lleves. Te será de gran utilidad para resguardarte del frío el día de la carrera, en las horas previas. Pero siempre, consúltalo, no la robes.