10 consejos de última hora para la Maratón de Nueva York

Una serie de recomendaciones sobre logística que te vendrán bien

Sólo queda una semana para la Maratón de Nueva York. Lo repito, porque parece mentira: sólo una semana. Y quería darte unos consejos de última hora. Porque el domingo que viene, a estas horas, nos estaremos levantando para vivir uno de los días más bonitos de nuestra vida. Y ya se van notando los nervios y las mariposas en el estómago.

Por eso, hoy te quería dar un decálogo con los 10 consejos de última hora que te harán la vida más fácil.

1-. Cambio de hora:

El domingo 2 de noviembre se cambia la hora en Estados Unidos, pasando del horario de verano al de invierno. En España, por ejemplo, lo hemos hecho esta noche: hemos retrasado el reloj una hora, así que a las 3 de la mañana hemos vuelto a las 2. Esto, lógicamente, siempre provoca confusiones. Afortunadamente ahora los propios móviles cambian la hora de manera automática. Pero, si quieres quedarte tranquilo, te recomiendo que avises en la recepción del hotel para que te llamen a la hora a la que te quieres despertar.

2-. Desayuno:

Una de las grandes dudas que te surgirán es a qué hora desayunar y qué tomar. Teniendo en cuenta que nos levantamos tan temprano y que es posible que salgamos a correr muy tarde (algunos lo hacen a las 11 de la mañana), es importante que lo planifiquemos bien. Yo trataría de hacerlo sencillo: sigue tus rutinas habituales, desayuna a la hora a la que lo suelas hacer.

Es posible que la hora del desayuno te coja en el trayecto hacia la zona de salida. Pues compra algo la noche anterior en algún supermercado o en uno de los tradicionales delis. En la zona de la salida reparten café y donuts, pero lo evitaría. Primero, por las largas colas que tienes que hacer (cuanto más descanses, mejor). Y, segundo, por no tomar algo que no hayas probado previamente. Eso y los nervios previos a la carrera te pueden jugar una mala pasada al estómago.

Después, si te entra hambre hacia las 10 de la mañana, toma algún snack (barritas, galletas, frutos secos) que hayas traído de casa.

3-. Combatir el frío:

De esto específicamente te hablé en el envío de la semana pasada. Pero nunca está de más recordar el intenso frío que hace la mañana de la maratón. No sólo porque ya estamos en noviembre, sino porque nos encontramos en la Bahía de Nueva York, en la desembocadura de dos ríos (el Hudson y el East River) en el Océano Atlántico. Como vas a pasar mucho tiempo en la zona de la salida, lleva un periódico que puedas poner en el suelo como aislante para la humedad. Lleva también ropa vieja (chándal, abrigo, pijama) que puedas ir tirando conforme se acerque la hora de la salida y vayas cogiendo calor.

4-. Cruza el Verrazano por la izquierda:

La salida de la Maratón de Nueva York es uno de los momentos más icónicos del deporte: los helicópteros sobrevolando el puente Verrazano, y miles de corredores saliendo mientras se escucha el “New York, New York” de Frank Sinatra. Disfrútalo, saboréalo. Y trata de ir por el lado izquierdo en el sentido de la marcha. De esta forma, tendrás unas vistas de postal del skyline neoyorquino, con los rascacielos del Financial District en primer término y los barcos lanzando agua. Siéntete especial, respira y saborea la estampa.

5-. Disfruta todo lo que puedas…

Al salir del puente, dejamos atrás Staten Island y entramos en Brooklyn. A partir de ahí, millones de personas van a estar animándote a cada paso. Gritos, pancartas, música… por todas partes. Hay más de 135 bandas de música a lo largo del recorrido, de todos los estilos que te puedas imaginar: gaitas, percusión, metal, gospel… Después de meses entrenando en soledad, qué subidón. Disfrútalo, por supuesto. Choca la mano a la gente, sonríe, salta…

 

6-. …pero no te vengas arriba:

Disfruta todo lo que puedas… pero no te vengas arriba. Toda la energía que gastes ahora, la necesitarás después. La maratón es muy larga y es posible que ahora te sientas genial. Pero recuerda que esto son 42 kilómetros y 195 metros. Ten la cabeza fría, a pesar de que las pulsaciones vayan a mil. No digo que no vivas el ambiente, por supuesto. Es lo que hace especial esta maratón. Pero con cabeza.

7-. Llega lo complicado:

Esas energías que debes guardar te vendrán genial cuando llegue lo complicado. Por ejemplo, en el Queensboro, el puente que conecta Queens con Manhattan. Estamos ya en el kilómetro 25 y las fuerzas empiezan a flaquear. Tenemos una subida muy pronunciada y, además, sin público. Aquí la gente ya empieza a pararse por los calambres, a estirar, a caminar e, incluso, algunos a vomitar. Son escenas dantescas, más propias de “Walking Dead”.

En este caso, lo que te recomiendo es que te eches al lado izquierdo y trates de disfrutar las vistas de Manhattan que te ofrece el puente. Intenta pasar este rato complicado pensando no en el cansancio que llevas acumulado sino en lo bonito que es el skyline y en lo privilegiado que eres por estar viviendo este momento.

8-. Dónde encontrarte con tus acompañantes:

Todo cambia una vez que sales del Queensboro Bridge y entras en Manhattan. Miles de personas te están esperando en la First Avenue, el griterío es ensordecedor. Esto te hará más llevaderos estos complicados kilómetros. Recuerda que estamos ya cerca del 30, y el muro puede aparecer en cuestión de minutos.

Otro de los pensamientos positivos que puedes meterle a tu mente en estos complicados momentos es que en breve vas a ver a tus familiares. No les cites al principio de la First Avenue (sobre la 67th Street), porque será complicado que les veas entre el mar de gente. Sino un poco más adelante, a la altura de la 90th. De esa manera, también, se te pasará el tiempo más rápido teniendo la expectativa de que les vas a ver en breve.

Foto: Alfonso Lozano

9-. Sonríe al llegar a la meta:

Puede parecer un consejo obvio. Pero he visto a cientos de personas que arruinan un momento tan especial como el de cruzar la línea de meta de Central Park mirando el reloj mientras lo detienen. Ya habrá tiempo de hacerlo, Strava te lo sabrá perdonar. Te están esperando los fotógrafos oficiales de la carrera, para captar una instantánea que luego podrás comprar en la web. Es una de las fotos más bonitas de tu vida. Así que, cuando estés a punto de cruzar el arco de meta, trata de poner la mejor de tus sonrisas aunque estés muy cansado. ¡Eres finisher! No de una carrera cualquiera. ¡Eres finisher de la Maratón de Nueva York!

10-. No quedes con tu familia en Central Park:

Normalmente, queremos ver a nuestros seres queridos lo antes posible, para besarles, abrazarles y compartir este momento tan especial. Lo quieres tú y lo quieren los otros 50.000 corredores que han llegado a la meta. Con lo cual, encontrar a tus familiares al salir de Central Park se convierte en una maratón después de la maratón. Ellos se estresan porque no te ven. Tú estás cansado tras la paliza que te has dado. Y un momento tan bonito se puede arruinar porque nos ponemos nerviosos. Lo más sensato es que les pidas que te esperen en el hotel o el apartamento, y tú cojas el metro hasta allí.

Es el momento del reencuentro, de descansar un rato… y de celebrar. Creo que una buena hamburguesa es el plan perfecto. Por eso, me encantaría que lo celebráramos juntos el próximo domingo. Así que te propongo, si te apetece, que nos encontremos en el Black Iron Burger, donde unos amigos andaluces hacen la mejor hamburguesa de la ciudad. Si vamos con la medalla de la maratón, nos hacen el 10% de descuento. Y los cubos de 6 tercios de Estrella de Galicia bien fría nos los dejan a $30. Es mi ritual todos los años…

Si te apetece venirte, dale a “like” más abajo. Y, si tienes alguna duda, me la escribes en comentarios y estaré encantado de ayudarte. Espero que te hayan venido bien estos consejos de última hora. Nos vemos en Nueva York.